domingo, 11 de julio de 2010

Helado y lágrimas, de Marta Antonia Sampedro

Con sus pocos recursos
con sus escasas palabras
le dice siéntate
mostrándole la silla
y abre las puertas de los coches
o limpia el sillín de la moto
para que observe su delicadeza,

ella no comprende por qué amarlo,

si tiene ojos de delfín
y le dice no fumes es malo
se parece al amor imposible
y le cuenta las veces
que el Rumblar se ha secado
y todas las cuestiones de la sequía
y los trajines del pueblo sin agua
olvidando sus escasas palabras,

ella no comprende por qué amarlo,

por las tardes la llama
y le pregunta si está bien
ella contesta tan insípida y tan rara
igual que esta mañana,

ella no comprende por qué amarlo,

y le dice cómo quieres el cuadro
de amapolas contesta
y él hay muchas amapolas
por ejemplo la de la sierra
no es igual que la de olivo
eso parece al no experto
claro yo no entiendo,

ella no comprende por qué amarlo,

si cada palabra es un acierto
una serie de verdades
pero ella sigue llorando en el parque
y él le ofrece su pañuelo de papel
no llores las lágrimas se agotan
y luego se echan de menos,

ella no comprende por qué amarlo,

sabes pintar lágrimas pregunta
no pinto eso queda desfasado
entonces las amapolas
claro esas amapolas que quieres
quedarán muy elegantes,

ella no comprende por qué amarlo,

tomemos un helado
para algo sirve el verano
además de las amapolas
helado con lágrimas parece surrealista
no digas eso trae mala suerte,

ella no comprende por qué amarlo,

si quieres olvidar un amor
tienes que tener voluntad
a mí me pasó y ni recuerdo el nombre
los hombres no sois iguales
cualquiera os vale
pero qué dices de eso nada,
Lucía se llamaba ahora me vino
ah como la canción triste,
sí pero a ella le gustaban los bodegones,

ella no comprendía por qué amarlo,

entonces por qué nos echamos de menos
yo a ti no te echo de menos
siempre pienso en él en ti no
eres tú quien me llama yo no,
bueno tomemos el helado
separaremos las lágrimas
y veamos cómo es el verano
para mañana poder pintarlo.

Ella no comprendía por qué no amarlo.

(2010)

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