Cuando murió mi hermano José Joaquín
mi madre seguía figuras que le parecieran
un día entre tantas conversaciones me dijo
-Ya sé que está muerto pero pienso que lo veo-
mi madre entraba en el tiempo que ya no era
pero que durante tantos años fue de ellos
una callejuela una rambla una plaza
las espaldas y andares de los desconocidos
buscando el consuelo de ver a su hijo
le dije A ver si se dan cuenta
-No porque yo sólo quiero verlos-
entran al bar a la tienda a la oficina
formando vidas mi madre para un hijo muerto
su edad su altura y peso un abrigo parecido
luego ella murió parando el tiempo
y un día de ajetreo laboral comercial
cruzaba una mujer la calle a lo lejos
de espaldas un poco encorvada
cabello corto castaño bolso
regresó cuanto me dijo de esos momentos
el sentimiento de mi madre y su pena
por seguir a quien ya no puedes ver
y crucé fui me acerqué rápido por no perderla
si fuese posible incluso olerla
el perfume o un collar y el tono de la voz
la mujer continuaba caminando despacio
y yo detrás de ella mirando su figura
donde pude formar la de mi madre
una calle un cielo un aire
y el tiempo pareció nuestro de nuevo.
© Marta Antonia Sampedro Frutos (2020).
