jueves, 21 de mayo de 2020

Tiempos de pandemia y circo, de Marta Antonia Sampedro

Los que hemos vivido varios gobiernos de España. Incluyendo el franquismo, que era dictadura fascista, 40 años. Por qué ahora tanto Eta, Eta, Eta, si el presidente socialista Zapatero consiguió erradicar lo que la Democracia jamás ha podido erradicar, que es el franquismo. Lo tenemos incluso en uno de sus presidentes, Aznar, tan franquista y egocéntrico, que jamás reconoce que su decisión de una invasión a un país, Irak, que ni nos iba ni nos venía, nos trajo de consecuencia 200 muertos en Madrid por represalia terrorista un 11 de marzo. Esta España que lleva de parásito encima una carga enorme llamada franquismo, que igual que las garrapatas en los animales va creciendo y creciendo hasta enfermarnos irremediablemente… Tener que estar recordando cosas o conceptos que ya están más que asumidos, la Igualdad de género, la homosexualidad, las razas… ¿Tan tonta es esta patria, que por unos cuantos analfabetos llenos de odio, tenemos que exponernos a perder las libertades y los derechos de la Democracia y la Constitución? Locos al poder, mala gente que están rabiosos porque después de robar 122.000 millones de euros de dinero público, no pueden ahora acceder al robo como normalmente ha sido su costumbre. Están locos, sí, pero locos por volver a robarnos. Esta patria no aprende a base de golpes; aprende a base de circos. El circo es su adicción, y los fascistas le dan muchos, tanto circo como quieran. Pero el circo no sale gratis. Se ríen, pero luego llega el llanto. Porque el fascismo lo tiene, llanto por todas partes. Llanto. Pero suele comenzar con burlas. El fascismo conoce mucho más esta patria que la conoce la Izquierda. Una patria acostumbrada al circo, al robo y a la comprensión del opresor, para tapar sus complejos inducidos, pobres pero con relaciones con ricos, así parecemos ricos aunque no tengamos ni pan duro. Ninguna pena me dan quienes por un bocadillo de chorizo, lo propio de los corruptos, chorizo, y 20 euros al día por salir a hacer ruido a las calles, salen a parecer demócratas. Nadie hablará de ellos cuando hayan muerto. Serán víctimas, tontas, de los astutos franquistas. Sin novedad en la España que ningunea al franquismo y lo recuerda cuando sale con sus analfabetos a las calles con cencerros pareciendo bestias. Lo que son.



© Marta Antonia Sampedro Frutos.
21 de Mayo de 2020.

domingo, 10 de mayo de 2020

Pasa el tren, es nueve de mayo, de Marta Antonia Sampedro


Deja de besarme los labios
aléjate de mis sueños
es nueve de mayo y qué
yo no valía nada para ti
era una obrera industrial
doce horas al día sin rechistar
ruido ratas relojes grandes
en la academia me recordaban
No eres nadie sólo una pueblerina
luego en las estaciones y los trenes
los paisajes Granollers o la Garriga
Barcelona Sants Plaza de Cataluña fatigas
ibas a ser médico ingeniero o algo así
yo solamente poeta es decir una tontería
todas las ramblas por ti dónde estarías
con una válida con otra muy cristiana
yo me tropezaba por las calles entre las nieblas
aquella ciudad no era sin duda mi lugar
dame un beso no quiero ya
dame un beso tú eres tonta
eras tan arrogante y selectivo
y luego no recuerdo cómo te olvidé
pero con uno y con otro seguramente
tengo aún el souvenir de tus vacaciones
donde regresaste diciendo Me gusta otra
y me diste el baúl de madera que aún tengo
y tu anillo de Mallorca con un brillante
donde ahora leo Soy tonto pero te quiero
que me quisiste lo dudo pero los guardo por si acaso
y muchos años más tarde en tu amor puritano y sano
decidiste un día y sin contar conmigo
colgarte de una cuerda y acabar con tu vida
nunca pensaste que los nueve de mayo
esta pueblerina te besó hace muchos años
ni esta obrera industrial te amó más que la puritana
y que ni dios te salvó de tu desgracia interna
podrías al menos pensado Salga el sol por donde quiera
y haberme dicho ¿Puedo dormir a tu lado?
estoy segura del todo que habrías dormido en el sofá
no tengo la mala fe de los cristianos fanáticos
y pueden dormir bajo mi techo los amores que perdí
y tan contentos me perdieron
así que deja de besarme en sueños
todos los nueve de los mayos
sigo siendo la pueblerina aquella
ya más sola que una niebla
aunque he de reconocerlo siempre te amé
en la vida real en los sueños
en los asientos del tren en los paisajes
en la plaza de Cataluña en el Paseo de Vic
tú sin embargo elegiste a la puritana
y ahí te quedas tan amarga me dijiste
yo nunca te habría dicho dios te salva
y ahí te apañes ora o canta
yo te daría el beso sentido
mis horas libres de obrera
mis versos de poemas nueve de mayo
y unos cuantos hijos que querías
feos guapos altos bajos ruinas
y aún veríamos ver pasar los trenes
desde la terraza de mis padres
pasa el tren es nueve de mayo ¿te acuerdas?


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© Marta Antonia Sampedro Frutos.
Mayo de 2020.

domingo, 3 de mayo de 2020

La magia de los disparates acumulados, de Marta Antonia Sampedro

"INFANCIA"

Cuando el hoy se queda sin los tiempos acostumbrados
puede viajar hacia lugares preferidos acumulados
me visita el tiempo de la Piedra Escurridera
en Baños de la Encina el único pueblo almacenado
de niña contando nubes las viejas las nuevas
y siempre encontraba de mi peso y talla
a veces se llevaban la luna qué mareo tan rápidas
la infancia y la naturaleza es el mayor disparate
en el pantano azul bucear junto a culebras
y atravesarlo hasta tocar las pizarras mojadas
el sol moviéndose en las aguas su tizne de felicidad
sellándome en la piel la vida de Sierra Morena
disparate acumulado causa de mis sueños más amados
correr por las calles empedradas con los perros
Corbeta Boby Calcetines y el gato Felipe señorial
y merendar con familiares en cualquier casa
pan chocolate una taza de leche de cabra
y al caer la noche en los brazos de mi abuela Antonia
ese disparate acude ahora de nuevo y lo quiero
la voz de sus recuerdos los consejos y espantar miedos
las bestias amarradas en la ventana y saltarlas
y viajar allende las tierras sin moverme de la fachada
enfadando al animal que me mostraba sus patas
ese disparate también se acumula en mis sílabas
una lata y a pescar renacuajos a las charcas
para soltarlos y que regresaran al verde agua
esas cabezas gordas y sus colas delgadas
se acumulan esos disparates fundamentales
los castigos por ser andorrera mi madre a mi espera
y jamás le di un descanso de mi desobediencia
lloraba un rato luego molesta resignada qué disparate
mañana volveré sola al pantano primero a los pinos
los piñones con piedras igual que aceitunas
cuidado son los nidos de orugas eso que ciega
ese disparate es peligroso dicen los viejos
las manchas negras sobre los cerros
toros bravos que de la orilla no pasan
y las blancas son ovejas no hacen nada
el cerro Navamorquín me indica los días
según el sol enfría o calienta mi cara
el horario natural marca mis horas
aparecen repentinos los aviones caza
y luego el estruendo espanta la calma
para darle propiedad al silencio único amo
los disparates no terminan se acumulan
en el cortijo de mis tíos me persigue el gallo
ambos sabemos la especie de cada uno
soy obediente con mis tíos y ayudo con el gallinero
todos los animales tienen nombre y sus casas
es un disparate que la lumbre nos ilumine los ojos
es tanta la calma que sólo me fijo en eso
los disparates auténticos de equipaje los llevo
en la escuela por ejemplo inquieta espero
las monjas redacción libre niñas comencemos
nunca he salido del pueblo pues invento
sin que parecieran disparates nota un ocho
y sin embargo aquellos eran los más auténticos
y no olvido el disparate del cine de verano
las flores nocturnas la fuente para el refresco
y no comprendo más guión que el cielo
luego la sesión continuaba en la casa
mi padre con las mantas todos a dormir al raso
los aviones se mueven rojos las estrellas blancas
los cuentos más hermosos dormir así cobijada
todo lo envuelve el firmamento y la naturaleza
cómo será de grande que cabe todo el pueblo
los tomillos disparates las amapolas tan efímeras
el regreso de las golondrinas por febrero
y en los vientos del Santo Cristo con los vencejos
poder ser testigo del disparate del misterio
en la Encantada del Pilarillo entre los eucaliptos
pero sin provocar apariciones de espectros
que se asomen los fantasmas pero sólo un poco
y salir corriendo inventando el gran susto
es verdad que viven los muertos cuánto miedo
y ver mochuelos sigilosos en la tarde y los búhos quietos
disparates acumulados que nos formaron uno a uno
aparecer en mi casa con una serpiente muerta
y mis padres alertados esta niña es un error del cielo
la sorpresa de estar en la calle sin pensar en nada
y de pronto ver a Juaniche nuestro grajo en tu hombro
y los niños admirados y tan orgullosa luciéndolo
la magia de los disparates acumulados
ahora me resultan más vivos y regreso
pues en definitiva cuánta fortaleza me dieron.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos.
Mayo de 2020.