sábado, 27 de abril de 2013

Sombra quebrada, de Marta Antonia Sampedro


Sé que puedo quererte menos.
Recoger tu sombra ida
y enterrarla en mi desierto.
Que la asalten lagartijas,
zorros, águilas;
que al pasar la rocen
vencejos viejos
entregados al camino
con los ojos cerrados,
caídos, abiertos.

Quererte menos
viendo las nubes
gris cemento seco
echado a los besos,
los cielos plateados,
naranjas las sendas
de aviones quietos,
muertos los rugidos
de la razón.

Si me propongo en serio
serme sincera de una vez,
la vez que siempre dejo
para un después que temo,
y echarte al mar la sombra
que me persigue
en el aliento,
llamándote a escondidas,
callando que no quiero...

Quererte menos,
echar por los suelos
ese juramento ateo
de ser amantes siempre,
jamás intuidos a fuego
dos árboles que se arriman,
en la noche buscan hueco
donde borrar los sentidos,
a brochazos decidir
ese querernos menos.

Ay, qué amor amargo
por sincero
me taló mujer,
ave de recuerdo,
acera sin paseo
en este silencio de cuerpo,
donde el pensamiento dicta
qué será de mí,
sino quebrada sombra tuya
cuando emprenda decidida
ese quererte menos. 



(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2004)


domingo, 14 de abril de 2013

Feliz Día 14 de Abril


Feliz Día 14 de Abril, Feliz Día de la República Española.

sábado, 13 de abril de 2013

Es bonito que Dios sea poeta, de Marta Antonia Sampedro


Le pido pan a Dios
y me da fuerza en las manos

le pido techo a Dios
y celindas me envía al patio

le pido salud a Dios
y me regala oxígeno

le pido aliento a Dios
y en la arena abre caminos

todo cuanto le pido a Dios
me lo da incluso sin motivos

pero le pido que me visites
y cambia de conversación

que si el cielo una sílaba
que si la luna un pajarillo
que los almendros están dormidos
que resucitó a Lázaro su amigo
o que amar es un gran río

es bonito que Dios sea poeta
me da buenas expectativas

cuando le pido con fe o sin ella

pero insiste en cambiar de tema
en cuanto le pido estar contigo.
  

(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2013)

domingo, 7 de abril de 2013

Águilas contra el viento, de Marta Antonia Sampedro


Cinco cero siete
las flores ocultan
el humano trasiego
bajo la hierba se oxidan
los tesoros de alambre
caballos amordazados
jilgueros sin libertad
inventan todos los cielos
murciélagos diminutos
aves de trazos largos
los perros olfatean
el horizonte dorado
la ciudad es un dibujo
donde nadie habitara
estos campos deletrean
los golpes del tiempo
un anciano hace sombra
en el descampado de pétalos
los muros de agujeros
que ocultan desperdicios
suspiros y recuerdos
llora la muerte de un hijo
los tordos de los tejados
son cuartetos de su silencio
morir es sólo ausencia
que negamos aferrados
en la palidez de los suelos
el llanto que no se dice
y acude en la noche soñando
sabemos que hay otro mundo
porque vemos los aviones
y margaritas enormes
son del miedo girasoles
temo que en mis ojos
descubran los labios
del hombre al que amo
y quieran llevarlo
dejándome sin mirada
en la nada por lo tanto
el mundo que sentimos
coincide en otro cardinal
que percibimos callados
silencio significa improvisar
saltar la vida si podemos
las transiciones de los segundos
que se convierten en vuelos
una huella en barros
o en humo de los leños
la ciudad queda tan lejos
deshabitada en nosotros
el paisaje nos fortalece
águilas contra el viento.
  

miércoles, 3 de abril de 2013

Libertad y esencia, de Marta Antonia Sampedro


Cantaba el preso
y los libres envidiaban
su alegría.
Las rejas no las veía,
sólo la risa de sus adentros.
Los libres talan su cántico.
Y el preso sigue cantando...,
y los libres encarcelados.