miércoles, 30 de junio de 2010

Sueño de viernes, de Marta Antonia Sampedro

El viernes soñé que estaba en Perú,
en sus mercados de papayas y flores
en sus llanuras de arena de montaña,
la luz pálida en una ventana oscura,
los ojos de las gentes
entre alegres y desdichadas,
soñé que vivía y soñé que regresaba
a ver los besos del Pacífico en Barranca,
a los perros esquivar por los caminos,
a ver la vida y a que la vida me viese
cómo es la paz de dentro en Lima,
soñé que en sus calles saludaba
al librero de amarillentas páginas
a la serrana y su alpaca haciendo sombreros
al pobre ganadero estrujando esperanza
y a la quesera con sus plásticos
amasando dignidad anciana,
y retomaba un tiempo que escapa
o trae el recuerdo interno
por un detalle o sentimiento,
soñé que los charcos de los campos
eran limpios y sin misterios
de asustar niños despiertos,
y que las nubes me miraban
diciendo esta no es de aquí
pero a veces canta como ellos,
soñé que iba pensando
que los sueños son cortos
pero más corta es la vida
de un sueño.
(2010)

sábado, 26 de junio de 2010

Testamento entre tiempos, de Marta Antonia Sampedro

Nunca me arrepentí de los días,

ni de aquellos donde era una hoja
donde cualquier dolor no percibiera
sino cuando el remedio es el olvido,
ni tampoco de los días
donde la vida era ligera
de la mano de alguien y su quimera,

nada en la vida me hará retroceder
excepto el corazón
y la muerte avanzando
a cada espanto de opresión,

aprendí a luchar por amor
y aprendí a aceptar el odio
del mundo y sus festines de venganzas
de quienes tienen buena presencia
y rezan a diario su vida eterna.

Una soledad me ampara diariamente,
y no me avergüenza dormir con amores sola,

voy de la mano con viejas palabras
llenas de borradores
y no queda más remedio que continuar
el texto de mí misma y mis temores,
voy de la vida al pensamiento
y siempre llego tarde
aunque temprano me levante.

Quisiera pedir perdón
a mi propio corazón y afines,
por los consejos mal dados
de aquellos que no me amaban
y querían ser testigos
de mi barro y mis desiertos,

por ellos mi camino era
nube de estación y gallo de veleta
y diluvios mis pasos sobre las piedras,

y nada de lo que pensaba
persiguiendo golondrinas en mi puerta
sale bien ni mal
sino que no sale,

y voy al recuerdo
como si fuese presente
y al presente como un futuro poético
que cae con las nubes negras
y a las blancas les da pase.

Así que moriré entre tiempos
que nada tienen que ver conmigo
sino con mis torpezas
y mis confianzas en quienes nunca pretendieron
sino salir de sus propias miserias.

De modo que aquí estoy
escribiendo mi testamento
de dolor y de fracaso
porque la vida es tonta
y nunca se acierta,

y de mi casa robad la higuera,
y el membrillo que planté
nunca dará membrillos
a quien no cuente cada días sus hojas,
para ver si la hoja que soy
a pesar de todo escribe poemas.

(2010)

jueves, 24 de junio de 2010

Noticias de dos que no se ven, de Marta Antonia Sampedro

Esperando el mes de Julio
de pronto la calle peatonal
se llena de sentidos,

ella escribe publicidad
él pasea por la calle
buscando un aro blanco
para hilar amor apagado,

acaso no es él
ese que de espaldas
deja rastro de ayer
-los campos a oscuras
y los búhos del árbol-
ese que lleva polo blanco,

acaso no es ella
la que lleva
dos amapolas de acuarela
entre libros rojos
de poetas y de amores muertos,

lo ve de espalda lentamente,

se ve de frente de nuevo ciega,

él es un verso escapado y suelto,

ella una tinta de palabra al agua,

y los sin apenas verse
los dos solitarios siempre
los dos llenan la calle
de ayer y de paisajes.

(2010)

domingo, 20 de junio de 2010

Profecías, de Marta Antonia Sampedro.

"El diario oficial de la Santa Sede denuncia con dureza el "marxismo" y la "ideología antirreligiosa" del Nobel". Diario El País, 20 de Junio de 2010.

Las religiones llaman resistencia a no creer en lo que no se ve ni se puede demostrar. Algunos, lo llamamos ceguera ante la razón. Dígannos marxistas, es un honor, y miren ustedes las injusticias del mundo en vez de tanto cielo metafórico.


Al gran hombre y escritor José Saramago.

Ayunemos, es día de recuerdo al pobre,
al que nada tiene, al indigente en trance,
días de reflexión, unión firme,
pensamiento y fe razonable,
ayunemos hermanos retirados
del mundo y sus pecados,
del ruido y sus infieles sin bocado
y no miremos el charco
sino para lavarnos de impurezas
las barbas, el alma, los cabellos,
y sus pasos ordenados sigamos,
ayunemos porque dios nos mira
con cara de enfado y nos dice
no tenéis remedio, sólo mi consuelo
os proporciona aquello que alimenta
vuestro cuerpo efímero,
qué más queréis avariciosos,
ayunad y sed perseverantes
extended simientes a los herejes,
no miremos sino que ya de entrada
salvados somos, ricos todos, pudientes,
al dejar el mundo tendréis riquezas
así que tranquilos, calma,
si ves un pobre piensa podría ser yo,
lo dicen en horarios la luna y el sol
y los altavoces de las torres guía,
algo habrá hecho inadecuadamente,
y si eres tú el pobre piensa
soy rico tengo a dios y sus órdenes
los días de ayuno aumenta mi ingreso
a las puertas de los templos,
ayuna, no mires los platos llenos
están vacíos de eternidad,
a los desobedientes déjalos en su alegría,
ya comprobarán cuán razón las amenazas,
el ser humano está acostumbrado
a no hacer caso a dios, ya verán, ya,
dios no habla por hablar,
comienza la duda y continúa la duda,
os lo tengo advertido, ayunad no pequéis
más que lo preciso para ser perdonados,
luego diréis cuánta razón y sabiduría
por eso era dios y nosotros no,
ayunemos que tronará un día
y a ver dónde nos escondemos
que el omnipresente no nos encuentre
o nos delaten reyes profetas periodistas,
retiremos la sal valientes,
luego regocijo habrá
al ver tanta gente arrepentida
quemándose de frío y hambre,
aparta de mí la tentación
y a los mendigos que me recuerden
que podría ser yo uno
al quedarme sin empleo o recursos,
ayunemos todos y oremos mucho,
cojamos los libros sagrados
para protegernos del deseo y la envidia,
de noche pondremos las vasijas
recuperaremos el tiempo perdido
hasta que nuestra panza resista,
ayunemos y no olvidemos
el mandato y la venganza divina,
que dios no habla por no callar...

viernes, 18 de junio de 2010

Hasta siempre, José Saramago. Adiós, maestro.

"No creo en dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona".

"El tiempo no es una cuerda que se pueda medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y aproxime".

"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva".

"La Biblia es un catálogo de crueldad y de lo peor en la naturaleza humana".

"El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia".

"Soy un comunista hormonal".

"El centro comercial es la nueva catedral de la sociedad actual".

"Estamos llegando al fin de una civilización , sin tiempo para reflexionar, en la que se ha impuesto una especie de impudor que nos ha llegado a convencer de que la privacidad no existe".

"La muerte es un proceso natural, casi inconsciente". "Entraré en la nada y me disolveré en ella".

"Espero morir como he vivido, respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame".

"George Bush, Tony Blair y José María Aznar son ejemplos de "mentiras universales".

"Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo".

"En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!".

"El triunfo nunca ha sido un objetivo para mí".

"Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar".

"No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo".

"Nuestra única defensa contra la muerte es el amor".

"Hay quien me niega el derecho de hablar de Dios, porque no creo. Y yo digo, que tengo todo el derecho del mundo, y quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad. Mientras la humanidad alimente y sustente las religiones no saldremos del lastre de todos los días".

"La muerte es la inventora de Dios".

"Creo que soy un escritor lógico".

"El Gobierno socialista ha hecho políticas de derecha y el problema es que no hay ningún palacio de invierno para asaltar. Lo peor de todo, y esta crisis lo ha demostrado, es que la izquierda no tiene ideas. Ningún partido de izquierda, más o menos roja, más o menos rosa, ha presentado una sola idea para combatir la crisis. Y con los sindicatos ha ocurrido lo mismo. Su fuerza está dormida, domesticada. Me parece que Marx nunca ha tenido tanta razón como ahora. Pero eso no es suficiente. Haría falta una reflexión profunda, partiendo de Marx".


José de Sousa Saramago, Premio Nobel de Literatura.
16 de Noviembre de 1922, Azinhaga (Portugal)- 18 de Junio de 2010, Lanzarote (España).

sábado, 12 de junio de 2010

Sino un instante y un momento, de Marta Antonia Sampedro

De todos los caminos donde los asaltantes
rondaban mis balcones de magnolias rojas
con sus tijeras de podar poetas,

de todas las aguas donde ellos giraban
hacia mí sus ojos de burbujas apagadas,

de todo ello estuve lesa un tiempo
donde los vencejos señalaban
caminos de olivares donde lo amé
y sin embargo miré la luna negra
de los atardeceres del llanto oscuro,

quizás el maldito tiempo
de querer morir vencida
tenga la culpa del desánimo
que ahoga las palabras o las esconde,

dudo que fuese la lejanía
o mejor decir ausencia
de los seres sin luz
y el reflejo de su recuerdo
de fuerza y obstinación
pues ellos me avanzaron las historias
que quise vivir y vivieron un fin,

quizás estuve a tiempo de morir
miles de veces y reviví
y quizá nunca viva cuanto siento
o simplemente eso sea vivir,

de todos los sentidos de los vértigos
salí herida y digamos malherida
con piedras en la garganta
y mucho trabajo pendiente
a solas con el universo,

lo malo de los valientes
es que nunca nos cansamos
aunque el frente deje lágrimas
que lucen sus fuentes dulces
en la amargura de los limones
y la hoguera de los amaneceres,

y a pesar de todo una siente
con tan poco que incluso desnuda
se lleva en los chambergos
y en los sueños un suspiro feliz
y nos dice qué no somos
sino un instante y un momento.

(2010)

domingo, 6 de junio de 2010

Todos los llantos tienen voz de olvidos, de Marta Antonia Sampedro

Posiblemente alguien me acunaría de niña,
no recuerdo sino siempre se dice
por abuelas, tíos, hermanas, primos,
seguramente lloraba como llora toda criatura
rompiendo el silencio de la noche
entre gallinas dormidas y galgos
que no afectaban mi llanto o sueño mínimo,

de los recuerdos míos
solamente soy yo autora y testigo.

Realmente se llora de noche como niños
desconsolados en estatuas,
olvidados como ovillos desteñidos,
cuando se es adulto queremos ser niños de nuevo
aunque no tengamos sino una cuna y pañales
y algún crédito atrasado en pagos vencidos,
mecidas sin manos y suciedad mezcladas
en el llanto más primitivo,

qué se ofrecería a cambio de volver a ser
llorona nocturna
sin tener conocimiento de serlo,
que lo mismo sea líquido amniótico
que oxígeno suelto
el desecho de los ojos
o el candil no encendido.

Entiendo de llanto adulto
que cuaja el dolor de la noche
formado de día, fermenta racimos,
la manta se pega al silencio que ronda
como lo hace la cal en las paredes
cada primavera asesinada
a lágrimas despintadas y almohadas.

No es rumor que acuné hijos
aunque lo negase en sentencia dios mismo,
que no dormí tantas y tantas noches
con temor a que el desconsuelo
les diese mal futuro
y me culpasen de sus malas notas,
los recreos aburridos,
de sus amores perdidos
o de que el llanto fuese la nodriza dueña
en vez de mis senos maternos y tibios.

A veces lloro de misterio no resuelto,
casi siempre por algo que desconozco
y tan amigo en cambio sea,
y todos los llantos llevan nombres de niños
que siendo adulta acallan los propios
y a mí me hacen la llorona asignándomelos
por llantos huérfanos que recoja
en este albergue de llanto que me vieran
a la voz de mártir eres, mas no mater,
y que convierte a los hijos acunados
en cielo de ventiscas y nubes negras...

Me levanto de la cama adulta
y atrás voy dejando susurros mudos.

Conozco y reconozco
las paredes de los pasillos,
y a oscuras lloro y lloro
palpando lisos y defectos de pintura
repasando historias sin más vueltas,
buscando sentido a ser criatura adulta
mientras alcanzo el balcón y lanzo
gritos agudos en los adentros
que escapan a plazas de una infancia
donde nadie perciba los chillidos.

Presuntamente no soy más
que pulga en perro flaco lastimero,
una sombra que a lágrimas vive o muere
sin más cuna que perseguir olvidos,

y se me quejan los versos
en bostezos de madrugadas,
y los párrafos se desvelan llorando
al sonar de un bolígrafo vacío
que llora exigiendo
su porción de tinta nueva.

Probablemente dejaré de llorar
cuando muera,
es un alivio que me levanta el ánimo
y como tengo debilidad humana y crítica
me consuelo pensando
que alguien llorará mi ausencia
sabiéndose en cierto modo implicado
de que aún sepa cómo se llora en la noche
y a tientas se alcanza un pasillo.

(2005)