domingo, 31 de julio de 2022

Amado y rebelde hermano José Joaquín Sampedro Frutos

No quiero ponerme triste. Deseo ver a mi hermano José Joaquín como todos los días lo siento, a ese niño tímido, a ese adulto y rebelde artista. A ese hombre que nunca dejó de ser un niño. En el corazón de su hermana Marta Antonia, también rebelde, sigue viviendo como entonces vivió. Los dos, digamos, gemelos genéticamente lanzados a la vida para ser rebeldes, cosas del misterio de vivir, ambos rebeldes, ambos artistas. Lo señalados. Los siempre juzgados. Los culpables siempre de todo. Qué bien les viene a muchos, que haya rebeldes. A quién echarles las culpas de todo. Ya los tienen a ellos, a los rebeldes, para justificarse. Y sin embargo los padres acuden a ellos, a los rebeldes. Saben los padres que los hijos rebeldes son los sinceros, los guerreros, los que dan la cara aunque se la partan a golpes. A los desinteresados. Porque hay golpes duros, que los rebeldes soportan. Yo a mi hermano lo amé desde que era ese niño rubillo de ojos verdes y tímido que fue, que se defendió de la vida como supo, como pudo. ¿Quién no hace lo mismo? Ah no, solo los rebeldes lo hacen. No es así. Solamente los rebeldes lo muestran y se defienden ante todos, cueste lo que cueste, que no es lo mismo. Amado hermano José Joaquín: sigue conmigo, nunca me dejes olvidar tu recuerdo de hombre rebelde, no permitas que sienta el vacío de no ser rebelde. Porque soy, junto a ti, la mujer que siempre he querido ser. Porque estos dos rebeldes siguen vivos, y si no que miren nuestras obras literarias o tu preciosa música. Los rebeldes seguirán, siempre, siendo rebeldes. Y es que la luz fija que manipulen los hipócritas no nos parece una luz normal: hay que provocarla, moverla, y que ilumine libremente a tod@s los seres humanos. Gracias a la Vida. Gracias por haber sido mi hermano. Mi amado y rebelde hermano. Por siempre te amaré. Cada vez que me miro al espejo los días tristes, los días de sarcasmo, los días de guerrera, los días que continúo una obra literaria, los días que me señalan los bandidos perfectos, yo te veo conmigo, querido hermano... Nunca, nadie, podrá separarnos, ni en esta vida ni en ninguna otra. Siempre juntos, orgullosamente y misteriosamente unidos. 

Marta Antonia Sampedro Frutos (31 de julio de 2022).