miércoles, 28 de febrero de 2024

Destaca Júpiter en la noche, de Marta Antonia Sampedro

 

Quizás esta luna

que vigila los azahares

con Júpiter de aliado

traiga tu eco de hombre

ojalá en todas sus flores

resistentes a las lluvias

exista el recuerdo de estar vivo

que seas la planta de mis sombras

el vocabulario de tu luz

que la noche de luna dispersa

sea capaz ojalá sea capaz

de verte una sola vez más

una más aunque sola vez

una sola

otra y una

la vida por un segundo

representa la vida eterna

que Júpiter desmorone el llanto

ya es tiempo de besos

sin las promesas divinas

y el árbol se transfigure

bajo esta luna de cal

de este limpio febrero

y todos los papeles de tinta

nunca hayan llorado

sin ser arrancados

de las pesadillas de la tierra

ojalá esta noche amarilla

de luces y de misterios

espanten el dolor de la ausencia

y riamos junto a los olivos callados

y tú seas la lluvia que me abraza

para sentir la vida en su medida

y yo la piedra que te acompaña

para que siempre haya camino

no puedo soportar la espesa aroma

de los pétalos con lunas amarillos

que cubre el tejado de ti

yo te sueño mientras todo llega.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2014)

jueves, 1 de febrero de 2024

Moriré hoy mismo, de Marta Antonia Sampedro

 

Una vez dijo la poeta moriré hoy mismo,

sentada, en pie, caminado, durmiendo,

moriré y todo morirá conmigo,

amores que ni adiós dijeron

y creyeron robarme cuanto no era mío,

árboles que me dieran abrigo

avisándome del peligro de relámpagos,

moriré como el pájaro tendido

que alguien encuentra de cartón

bajo las ruedas de los motores,

la vía del tren en cuchillo

o un avión lo engulle tibio, 

moriré por las montañas como estiércol vertido

pluma devorada por halcones domésticos

moriré en la cola del banco y saldo antiguo

pisando la línea que ordena espere su turno,

el cajero automático me inyectará un tiro

programado digitalmente antimendigos,

moriré como indigente sin manta,

exfumadora desganada sin vicios

atribulada por sentirse exdrogadicta

correctamente perfumada según snobismo,

moriré añorando al amor más perdido

y al mar daré la espalda sentir lo mínimo,

gritándole al juez es usted un bandido

en sus ecuaciones de sentencias moriré,

y al cementerio iré a limpiar mi cubículo

para que los herederos milagreen calderilla

guisen patatas con laurel y vino

y mi cabeza de ojos les sirva de motivo. 

Moriré hoy mismo, dijo la poeta,

cuando razone que nunca las tardes caen

que aquí no cae nadie sino el vivo,

que las tablas de multiplicar aumentaron

refranes y números al bandolerismo

moriré protestando al criminal disfrazado

al angelito informatizado y consumido,

moriré sabiendo que muero a gusto

que nadie me llamará siendo oído

a no ser que mentira sea al fin

el corto hilo entre muerto y nacido

-dios no lo consienta-, 

moriré tan ciertamente viva que pensaré

tanto miedo en tantos frentes,

el ser humano es demasiado sencillo

tiene desatinos que vive ansiosamente

aun sabiéndolos asegurados y fijos. 

Moriré, dijo la  poeta, hoy mismo,

por las papeleras que cobijo dieran

a mil versos rayados formales rubricados

y cuando las vacíen escribiré

qué gran invento es el recuerdo

mas lo supera su amigo olvido,

moriré como mueren los soldados

inconscientes de ser heridos

y besan las banderas como a madrastras

que suplanten pechos sanguíneos tan contentos,

moriré diciendo a la tierra no me tragues

de sobras me sé el camino,

voy de huésped a dormir para siempre,

esta paz de morir cuando quiera

no la ofrece el verso libre, la rima

la prosa poética ni la leyenda,

sólo tú, madre nacida primera. 

Puedo optar por dejarme ver consumida,

valentía al estilo más guerrero y ejemplar

dar mucha pena y aumentar la soledad,

imitar al rico que ruega amparo,

lanzarme por un puente resbaladizo,

degustar sustancias que antes pagaría

para estrenar una tarjeta de visita,

anunciar soy la espía de las letras,

la terrorista de vosotros mismos,

y ser fusilada en público no por comunista,

revolucionaria o artista comprometida,

sino por no enterarme de qué va este lío,

siempre hay pardillos que avanzan

los pasos de los sonámbulos,

moriré tragando piedras y achicorias,

enamorarme a última hora o segundo

de alguien que no desee que muera,

moriré tendida ante la pantalla

de una televisión que dice no eres joven,

no eres sana, ni ejecutiva ni dinámica,

moriré de placer marchito

conociendo mis límites divinos, 

ahora que lo pienso fríamente

puedo morir de muchas muertes,

eso me da ánimos de libertad

sinceramente. 

Y dijo la poeta así que moriré otro día, 

y poco a poco siguió muriendo

en su agonía de vida,

ya más tranquilamente,

menuda diferencia.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2007)

De la obra "Recuerdos y otros inventos".

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Obrera llevando a fachas, de Marta Antonia Sampedro

 

Querida camarada:
A primera hora y repasando aún mis sueños pa sacarle su punta correspondiente, aparaguada yo muy bien con artículo coladero y con una lluvia muy bonica que en eso no hay queja de pobre que maldecir pueda que caiga pa bien mal excepto los olivareros funcionarios, con esa agüíca y charcos laguneros iba yo a primera hora como decía, con señora facha de Fuerza Nueva que a dios las gracias de nueva tiene poca porque apesta a revieja energía y con niña pediatra y seca como la rabia pero es por cosa de la salud no comer aunque reviente una de hambre pero la cosa está en ser elegante, iba por mi barrio y diciendo adiós al personal vecinal que me miraba con lástima por ir acompañada de populares y sin bandera comunista o republicana pa demostrar que lo laboral agobia hasta el extremo de pasear a tales personajes salidas del anti Nunca Mais, pues mi prestigio iba al garete cual Titanic porque alguien extraviado pensara que ahora me relaciono y además voluntariamente con semejantes restos arqueológicos que ni siquiera tienen perro para poder justificarme.
Las viviendas les han provocado ciertas náuseas psicológicas al ser el metro cuadrado baratuno aunque digno, comentaban solidarias con el populacho, y su altura aunque un primero la relacionaban más con el sistema capitalista que con la llegada al cielo merecidamente por otros a los que las viviendas le resultan y a primera vista todo un lujazo pues ya es de sobras sabido que el infierno está en las plantas bajas y el purgatorio pues encima.
Así que las he dejado y a dios las gracias como diría mi antiguo amigo luterano aunque lo dudo pues vive en sitio de abogados y trapicheantes encorbatados aunque sea camarero y desconozca cómo su vecindario lo verán a él, las he dejado junto a un charco con papeles de patatas Matutano empapaícas y he recorrido en nada cinco metros pa mantener urgentemente la distancia y desprenderme enseguida de esa cruz de llevar a mi lado a dos seres mentalmente jerárquicos que ni saben que soy obrera resufrida pero todo llegará a su tiempo como diría el eclesiastés y sin que sirva de precedente tomar semejantes citas o panfletos que quedan muy bonitos pero ignoran o pasan por alto el penar de una obrera.
Porque, lo que tiene que pasar un obrero, eso no tiene nombre ni palabra en la RAE.
 
Muchos besos habaneros y salud.

Tu camarada.

 

Marta Antonia Sampedro Frutos (2008).

De la obra "Cartas obreras".