La tarde apareció en las nubes delicadas
y se llevó entre los reflejos a Santiago
le dijo ya no sufres más vine a sanarte
tengo para ti el brillante amor de los tiempos
y todos los cuidados de las estrellas a tu alcance
tomaron su mirada alegre y la sonrisa de inocente
le abrió la tarde las manos que no pudo abrir jamás
sus pies que caminaron nunca
ya en la luz de la tarde anduvieron
sin temor sin miedos tan ligeros
en el lenguaje del cielo el niño habló
madre padre tío primas abuelos
ya puedo andar todos los senderos
no hay dolor ya ni miedos
vino ayer la tarde a por Santiago
y lo llevó lejos a los brazos eternos
ya cesó el dolor y los años quietos
vino ayer la tarde a por Santiago
el niño que siempre amó.
© Marta Antonia Sampedro Frutos.
26 de Abril de 2020.
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