miércoles, 8 de abril de 2020

Relato breve de una epidemia, de Marta Antonia Sampedro


Si nos dijeran que García Márquez ha escrito que durante una epidemia los muertos se amontonaban en las calles de la ciudad y las familias los guardaban en sus casas hasta que el olor era insoportable a pesar de que aquella enfermedad dejaba sin olfato ni gusto y por muchos ventiladores el hedor invadía la ciudad y secaba las lágrimas y que el mandatario para paliar la desesperación les regaló ataúdes de cartón para que cada cual introdujese al muerto en él y lo llevase al cementerio pero que debido al avance de la muerte se mojaba y también por la lluvia y de nuevo caían al asfalto los muertos desbaratadas sus mortajas y los volvían a introducir con los ataúdes deshechos y así poco a poco conseguían a llanto y gritos comprobar que estaban completamente solos ante la epidemia y no es una novela de un premio nobel porque tantas veces las desgracias superan a la ficción eso lo saben a la fuerza los pueblos y aunque lo pudiera parecer para quien poco haya sufrido esto no es por lo tanto un relato de Gabriel García Márquez sino la historia cruel y triste que están viviendo estos días los ciudadanos de Guayaquil, en Ecuador.


© Marta Antonia Sampedro Frutos.
8 de Abril de 2020.

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