domingo, 2 de octubre de 2011

Pernoctando, de Marta Antonia Sampedro

Quizá toda la vida
viví desestimando ideas
a veces puede ocurrir
esta por ejemplo
que me acerca
al despiece de las nubes
hace que de pronto
los tiempos y sus prórrogas
de lunas escondidas
parezcan cometas
a la velocidad de una luz
seguramente humo de candil
en mis ocho o nueve años
abajo entre campos
segados por el verano
mientras persiguen mis perras
las figuras imaginarias de la tarde
la idea precisa acude
sin dejarse describir
es tan poco tiempo el vivido
este tiempo de sueños rojos
tener las nubes a un paso
y ver las águilas tan rectas
trazando recuerdos y caras
que recomponen la persona
los años mueren sin agonía
hasta que sabe qué es vivir
en tan sencillo el vuelo
de oxígeno y de tierra
el sol en su flaqueza
la espiga en el ataúd
ante este espejo
de la idea que quiero
ya no se ve con pena
la mártir de las calles
deletreando asfalto
pensando en un jazmín
soy por lo tanto
parte de este cielo
que no peca en vano
donde las nubes trasiegan
como disfrazadas ballenas
químicas de versos
o desparramados rebaños
con aliento dorado y blanco
la idea válida de la existencia
nos llega un día inexacto
que vemos de nuevo
el rostro que formamos
y es el menos esperado.


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