25 de Noviembre, DÍA INTERNACIONAL
de la ELIMINACIÓN de la VIOLENCIA contra la MUJER
Le hemos regalado a la Marga, las pacientes más sobas,
un ramo de flores, por su cabezonería profesional en rescatar a tantas mujeres
de la violencia de género. Nos dice, entre estornudos, mil veces gracias,
podéis tomar asiento. Nos ha reunido hoy, día 25 de noviembre, para recordarnos
que la violencia de género es la culpable de muchos de los trastornos
psicológicos de los asistentes, incluidos algunos hombres. Dice ella, la
violencia de género viene determinada por la cosificación de la mujer,
considerarla una cosa, objeto, sin derecho a tener aspiraciones propias,
libertad, independencia. En ocasiones el macho se siente inferior, que su
autoridad jerárquica, privilegiada, peligra, y se impone con violencia para
rectificar a la mujer, volverla a su sitio, esto es, según entiende, el sometimiento.
La violencia a las mujeres es imponerse a golpes o amenazar con éstos, como
podemos comprobar día tras día; y también son los gritos, los insultos, la
chulería, el hacer sentir a la mujer poco digna del hombre cuando no lo
obedece, el chantaje emocional, la utilización de la maternidad, y un sinfín de
maltratos para justificar, al fin y al cabo, que vuestro lugar ya está
predestinado desde la creación del mundo. Cuántas de vosotras no os habéis
sentido animales domésticos, eliminadas del derecho a la educación y las
decisiones personales, reservadas para la casa, los hijos, la familia y, con el
permiso del hombre, trabajar para ayudar a su salario, que él controla. No es
vuestra culpa, todo estaba previsto, simplemente por ser mujeres ya era, y es aún,
tema aceptado. No se trata de violencia doméstica, sino que abarca más allá del
hogar, y la denominamos, más exactamente, de género. Socialmente, las mujeres
hemos tenido que depender de los hombres; de su economía, y también de su
voluntad. Acoso y agresiones sexuales, menor salario a igual trabajo, recurso
engañoso hacia la prostitución (mercancía de cuerpo de mujer para satisfacer al
incontrolado animal macho, y que actualmente se reivindica como trabajo digno y
no como explotación sexual), amenazas, manipulación religiosa para que nuestro
lugar social sea el previsto por ellos... Quién de vosotras no ha escuchado la
frase “poner rectas a las mujeres”, cuando se justifica la violencia a las
mujeres y niñas, o que “las mujeres ya os estáis pasando”, al decidir por
nosotras mismas. Tras estas frases se haya, simplemente, el transmitir y
mantener la inferioridad de la mujer con respecto al hombre. Y no quiero
extenderme más, podemos continuar tomándonos un cafelillo, que invito yo.
Jo, qué detalle el de la Marga, decimos entre nosotras,
y qué breve.
Y aprovechando que habrá perdido la memoria de cuántas
consultas le debemos, pedimos, también, unos pasteles. Para endulzar los
desaparecidos recuerdos y animar el futuro.
Publicado por la revista semanal “Siempre a Mano”
(2006).
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