En
la vista no hay lunas
ni
estrellas para mensajes
los
planetas perdidos tan lejos
y
la estación espacial del mundo
ha
pasado varias veces sobre una lámpara
mientras
se deciden ser ingrávidos o pesados
ellos
los astronautas dormidos
bajo
sus máscaras de oxígeno sienten
que
la nostalgia es maquinaria esencial
no
debe colapsar en ninguno de los átomos
y
ni una vivencia puede repetirse
sonríen
en la hora surrealista con letras
el
miedo a recordar se apodera del espacio
porque
ellos no se buscan
y
confían el corazón efímero
al
brillo de las tormentas solares
brota
el silencio en la cápsula de los cuerpos
se
acarician brazos desnudos y el cabello
los
pies se entrelazan gélidos
una
lágrima paralizada en roca de hierro
recordando
sentimientos pasados por hielo
se
resisten a ser moribundos quietos
las
miradas juntas a la ventana y el abismo
las memorias dispersas en nebulosas
dispuestos para soñar otros tiempos
los
astronautas dormidos
a
la espera de que un cometa
no
los despierte.
© Marta Antonia Sampedro Frutos (2025).
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