viernes, 28 de septiembre de 2012

Tizne en los geranios y lluvia, de Marta Antonia Sampedro


Qué tendrá la lluvia
esta visita de lluvia
que hace recordar a Juan
el tizne en los geranios
de los dedos de poeta
miramos hacia la puerta
y cae la lluvia
sembrando riachuelos
en las sucias aceras
cae la lluvia
regando insistente los geranios
que una poeta coloca en el balcón
de ningún arquitecto y albañil
cae la lluvia
desde cuándo sabrá Juan
que en el amor todo queda
le sonrío -iremos a La Habana
tú con diez morenas
yo con diez morenos
cantaremos revolucionarios-
pero él continúa mirando la lluvia
que limpia de tizne los geranios
que le duelen desde entonces
y en los datos de una pantalla
cae la lluvia
en cada letra del teclado
hay un pétalo estancado
un momento que nos detuvo
ante una mañana de otoño
en la caja de los temores
será la lluvia
el agua
un amor
lo ansiado
o tal vez el tizne que envuelve
el más hermoso tiempo
donde alguien nos espera entrelazado
en ese fulgor de la lluvia
que da melancolía a Juan
quisiera decirle que una poeta
no consiente humo en las flores
aunque la vida las reciba en lodos
y que lo inventé para comprender
por qué el amor puede soportar
toda dureza de los días
suciedad
contaminación
maldad
cobardía
dolor
pobreza
y hasta la razón
pero continúo observando la lluvia
y la melancolía de Juan me estremece
recuerdo el tizne en los geranios
como si él fuese el poeta
la pena se derrama por las mesas
y presiento la extraña fuerza
de que esta lluvia
además de caer nos silencia. 


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