jueves, 22 de diciembre de 2011

Ciencia de sueños, de Marta Antonia Sampedro


Con este poema, que escribí en el año 2001, os quiero recordar y desear que el Amor esté siempre como una cualidad diferencial e intemporal entre los seres humanos. Para mis más fieles seguidores/as de este Blog de Poesía, que sé que ríen y sé que lloran al leer mis textos en los que siempre siento la esperanza de quien ama, sufre y camina como sea. Gracias en mi nombre de poetisa que escribe en presente lo que será el futuro de una vida entrelazada con otras muchas vidas. Y para todas aquellas personas que sabemos amar libremente y somos amadas en Libertad.
Poema de Amor, Feliz Navidad y Año Bueno de 2012.
 Marta Antonia Sampedro Frutos

En el volcán del universal silencio
configuro partículas de tu espectro,
filtrando en el alma tu aspecto lento
al acecho de los días nuestros,
donde a merced de tu aliento existo,
a las órdenes sumadas
de tus errores o aciertos.

Si consiguiera,
por un segundo al menos,
allanarte en mi pensamiento,
relevarte por filosofía,
matemáticas,
lenguaje nuevo
y estructurados sacramentos
enajenados
del quehacer más concreto...

Sin tan adentro de mí
en este caminar sueltos,
pieza a pieza archivarte entero,
puzzle resuelto
indagador más allá del misterio
del porqué tropiezo en sendas
que extenuada a piedras acero.

Sobre inlandsis que percibiera nadie
el avanzar su deshielo,
bajo lunas a cartabón eclipsadas
al antojo de tu cuerpo.

Redimir el alma
de esta fosilización de amarte
sin razonar el verbo:
a tu voz de ondas reciclando tiempos,
por cuyas aguas navego
con mi telescopio a tinta
releyéndote sumergida
entre mis dedos.

Tu vaho salino
mi confesión de leal testamento;
asumiendo responder tu eco
en calas de labios trémulos,
y esa mirada de agitado rayo
que me construye
en ligeros átomos cohesionados,
donde las nubes rescaten
del hidrógeno
el estrés violento
de saberte tan adentro.

Un crisol de tiempo
fundiendo los cilindros
en el punto exacto
de una alquimia sin lección;
y las hojas de las estaciones
emitieran la llamada
a un fax que no funcione
sino en la piel de versos,
donde tus huellas impriman
Te encuentro...

Calcarte a luz en mi sueño,
afijo de un proyecto
parcelando el espacio a plano abierto,
reflejos a din-a mil
estos alejados cuerpos.

Si al menos me amparase
la tibia razón del cielo,
y no deambular en la reserva
de lo incierto,
membranas del desespero...

Rescatar del oxígeno
tu expresión de hombre completo,
cimentando ese libre léxico
rehabilitador de perdidos besos,
la mirada traspasadora de iris ciegos,
y sobrevivir lesa a tu boca
recuperando sin temor tu nombre,
mi cátedra antisilencios...

Y un caos de elementos
a calor de lava
estallara mi atlas de jornadas
vetadas a los deseos,
inyectándome pavor,
emoción,
miedo.

Para evolución
de este espíritu
adicto a los días muertos
sin eslabón hacia seres nuevos.

Resucitar a la orden
de otros sueños la contraética,
una llama del infierno:
indefensión de amor
en guerra de signos y fuegos,
obrera en desactivar
tus convexos gestos
para dibujarlos ya deshechos.

Y regresar a mí
la profundidad de tu mar,
mitigador de estos desiertos...

Caligrafiar a los vientos
que al fin te siento,
y amanecer en tu piel
amurallada en vello,
quebrando los destellos
que te traen de la noche
a los cometas
que sin ley reinvento.

Para incluirme pecar de ti
(confesarme viva, diversa,
condenada al amor
sin cálculos de ecuaciones,
esposados secretos).

Amarrada al puntal de tu retazo
en cuyo vértice mi parte y tú,
y esta ciencia insoluble en sueños.

1 comentario:

CUENTANUBES dijo...

Igualmente para ti, amiga Encarna. Besos para ti y para toda tu familia. Feliz Navidad.