jueves, 19 de diciembre de 2019

Y si no te gusta Jaén, de Marta Antonia Sampedro


             Hace unos días, tuve la suerte de charlar con un cargo político de nuestra provincia, a la que no veía desde hacía tiempo. Sobre cómo va Jaén, mi opinión era que esta provincia está fatal, última de España en renta per cápita y otras opiniones adversas a que “Jaén va bien”, que no gustaban nada, y ella me contestaba que siempre me quejo, para luego insistir en que por qué no me marcho de aquí si no me gustaba. Fuera de Jaén. Es buena idea, ¿no creen? Lo malo de inyectar la idea de marcharse de la tierra de uno, es cuando se dice a quien de niña ya lo hizo por el mismo motivo: a mis padres, al parecer, tampoco les gustaba Jaén, y emprendieron, como millones de andaluces, la ruta resignada de la emigración. No les gustaban los caciques, ni que no pudieran dar jornal por no ir a misa, ni ver a sus hijos carne tierna de explotación en los olivares, cuidando marranos ni fregando de rodillas las casas pudientes a cambio de un mendrugo de pan y agachar la cabeza. No les gustaba ser carne de explotación para alimentar más miseria y corrupción política. Ahora, nada de eso ocurre. Al fin Jaén es la maravilla que Alicia pregona, y cómo se nota en todas partes. Cuando este cargo político aún ni sabía cuántas sílabas, ideas y consecuencias lleva la palabra “socialista” -desconozco si aún lo sabe-, muchas familias analfabetas sabían, fuera y dentro de Jaén, cuántas tintas de sudor y llanto lleva la palabra “injusticia”. La política, al parecer, le ha dado a ella la visión ante la crítica, que el franquismo ya de sobras nos enseñó. Para eso, no hace falta ser sino una cara y una firma en una lista cualquiera, donde ponga lo que ponga una se alista y prospere su casa y su familia sin necesidad de atar una maleta. A los que no nos guste cómo marcha Jaén, ya no es necesario que emigremos a Alemania, Cataluña o Madrid: podemos irnos a La Mancha, que está más cerquita. Es lo malo de creer a los ciudadanos un voto por sonrisa, salir en el Diario Jaén o Canal Sur todos los días, y creerse toda ella Jaén: que se cree lo que diga por repetición de anunciarlo. Sí, me alegró mucho charlar con ella. Me confirmó que Jaén, a pesar de sus políticos, aún sigue siendo casi una pesadilla, que salva por los pelos un pueblo que sí la merece mejor. Sin tener que abandonarla. 

© Marta Antonia Sampedro Frutos (2005)
Publicado en la revista "Siempre a mano".

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