martes, 23 de agosto de 2016

En dos pasos y una ventana, de Marta Antonia Sampedro


Nunca sabes qué es la soledad
quizá debí explicártela en su tiempo
en dos pasos y una ventana
estar solo es arrepentirse de todo
incluido cuanto de bien hiciste
es una carga extralimitada
los pasos borrados en el desierto
deshidratado en emociones
es el grito de un niño que olvidó
quién le sanó de las fiebres
y lo mata a despedidas
nunca lo deja ser cadáver
sustituir el amor por el odio
que engorda y te da lustre
según otros modelos
estar solo es un horizonte burbuja
que no tiene punto de unión
y te abruma en ti mismo
aunque bien es cierto que contento
ahogado en tus espumas de viento
abrir una ventana y ver el infierno
con sus árboles y sus jardines
con tu auto nuevo
y tus chalecos salvavidas
que te atropellan a ti mismo
amortajando a los muertos
que te superan en oxígeno
querer nadar en la bañera
viendo palmeras de adhesivos
pensar que el presente es futuro
mintiéndote a ti mismo
estar solo es no saciar las escapatorias
de las trampas que te hicieron otros
cómodamente les diste tu voz
y ellos tomaron tus entrañas
olvidar el dolor con agonía
recuperar la risa con amnesia
que te sorprenda la ley de vida
y tú te ríes de su presencia
pensando que estás vivo
ignorar que los presentes
nada pesarán en tu isla
eso es estar solo
aunque no lo creas
existe la soledad
y la llevas contigo.



 (C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2016)

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