miércoles, 2 de julio de 2025

La luz que eliges, de Marta Antonia Sampedro

 

No te asombres que tú también lo seas

una rama que se fija en la luna

solicitando pétalos de charol

y no ve el brillo de las estrellas

todos los seres diminutos por lejanos

que nos hacen de la noche sombrero

tienen más luz que todas las lunas del año

no te sujetes en su brillo olvida que te encandila

y recupera la sensatez de los libros

que de niña te hicieron invencible

pues solamente en tus modos podrás observar

que la luna se alimenta de otros seres

y que a veces la apariencia se desvanece

cuando dejas de agrandarla

no te asombres que tú también lo seas

una pizarra que el musgo ha cegado

y al resguardo del frío busques calor en la luna

y que ninguna estrella vive que todas son hielo

párate por un momento y olvidando a la luna

fíjate en una estrella puedes elegir

si te centras en ti misma y este cielo negro

un pequeño destello propio es poderosamente más fuerte

que un gran esplendor que es un espejismo

la luz que eliges seguramente ha muerto

hará tal vez millones de años

y sin embargo ahí la tienes sobre tus ojos

cuando en esta noche es diamante en tus iris

y mañana cuando despiertes del miedo a la oscuridad

después de lavarte el rostro con la lluvia de tus lágrimas

vuelve a mirar la luna esa gran luna

y verás que nada resplandece que todo es falsedad

hay quien ve el rostro de la envidia

o dos lunares de metal que por supuesto no serán

no te asombres que tú también lo seas

una mujer perdida en sus respuestas

pero regala tu mano al cielo nocturno

y podrás ponerle el nombre que tú quieras

a la lumbre astronómica que pasa sobre nosotras

en los sueños que son verdad

cuando ignoramos la vanidad de la luna.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos. De la obra "Estancia de hojas" (2016).