domingo, 25 de agosto de 2019

Amiga en la existencia, de Marta Antonia Sampedro


A Luisa Navarro Díaz.

Amiga mía en la existencia

de la escuela las nostalgias y las alegrías

de los cielos de Baños y las tierras

nos tuvimos sin indiferencias

entre estas presencias somos elípticas

no hay estrellas ni satélites dudosos

sólo puertas que se abren y cierran

y ecos de palabras que importan sin pronunciar

la tarde se vuelve noche muy noche

percibo en tu rostro el regreso

tu vida difuminada en el espacio

se abre paso entre los años

abrazando a una amiga que muere

la muerte inmoviliza todo conocimiento

me despido de ella con un terrible adiós

ocultando mis llantos a su paz

una huella de materia me hiere por dentro

y me desgrana cuanto soy en los besos

la luz del horizonte se desvanece

en el punto natural de los atardeceres

donde aprendió a reír y a llorar y a volver a reír

a dejarse amar y decidir amar

sus inquietudes sus melancolías en las aguas

son reflejos de la sonrisa de la calma

atravesar el pantano sin miedos desde la orilla

regresas al tiempo de sueños del cerro Navamorquín

y encuentras el inmenso zaguán dorado de tu partida.



Marta Antonia Sampedro Frutos (Julio de 2019)

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