No te apresures todo es vano
los campos de los oréganos
las sonrisas de los mansos
finalmente tendrás tu espacio
la ilusión donde
se acomoda
descifrarás palabras de quienes alientan
y encontrarás en ellas tus fondos
la ciudad compensa con tréboles
la atracción de la oscuridad
perfiles donde se recrea
océanos donde partir sus velas
las montañas que piensan aun muertas
antes de ti todos los muertos se levantaron
y cayeron todos los vivos
es decir los que luchan siempre caen
mas luego normalmente cuando sueñan
orientados en sus fieles
pulsos
la llama suele presentarse
rociada y cálida a despertarlos
respira levántate siente y piensa
con sus pies en romero y vendas
a las venturas alimentados
regresan
los besos de los labios que aman
los brazos armados de abrazos
en las órbitas de las miradas blancas
convertidos en espumas de cuerpos
toman la calidez de las promesas
y revelan que en el amor
no es vana la fortaleza.
© Marta Antonia Sampedro Frutos (2017)
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