martes, 3 de agosto de 2010

La vida premeditada, de Marta Antonia Sampedro

No entiendo de estrategias
que me digan el fin de los días
cómo se dividen cómo se restan,

no entiendo de personas
que me aconsejen buenamente
la matemática de la vida,

una sabe muchas veces
que dos por dos son cuatro
pero dónde están los dos pares
y sobre todo en qué estado,

la ciencia de los hechos,
los pormenores y las trampas
la malicia del orgullo
y la bondad aparente
de los detalles miserables,

de día a día contando momentos
espero al hombre que aún no vive,
resumo el amor en un largo sueño,
y la vida premeditada queda
en quienes no entienden
ni de versos ni de sílabas
amontonando errores que ven claros
cuyas consecuencias lloran otros,

sabe el ladrón que robará,
el embustero que mentirá,
el devoto que dudará
y sabe el calculador contar,

y premedita la vida
en búsqueda de las riquezas
inmutable su boca traidora
o mirando a otro dios
para la matemática de la vida
del dos por dos siempre cuatro,

y en esta resistencia
digamos que nada práctica,
paso del sueño a la quimera
y del garabato al poema
en una vida espontánea
alegre aunque efímera.

(2010)

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