Amar no se sujeta.
Es una cometa soltada de la mano
a merced de los deseos inesperados.
El huracán de las miradas,
ritmo de sangre,
gotas dulces y lentas.
Un planear sin límites
entre pausas silenciadas.
Buscar al otro,
un desespero
de no caber en el viento.
Tocar acantilados.
Luego tierra.
El volar de la sorpresa.
Es una cometa soltada de la mano
a merced de los deseos inesperados.
El huracán de las miradas,
ritmo de sangre,
gotas dulces y lentas.
Un planear sin límites
entre pausas silenciadas.
Buscar al otro,
un desespero
de no caber en el viento.
Tocar acantilados.
Luego tierra.
El volar de la sorpresa.
Del libro de la autora, "Días en Singapur"
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