sábado, 20 de diciembre de 2014

Vestida en constelaciones, de Marta Antonia Sampedro

A mi madre.

Vestida en constelaciones

de la noche eterna del silencio

a tus pies las corolas duermen

que nada temo ya sin ti

espacios reducidos o grandes

ahora acunada por tu aroma

de tus manos sosegadas madre

y el destello de tu mirada

que necesito para vivir

blanquea de nubes tus ojos

el sigilo de los olivos

que te formaron de vocablos

y jubilosos te perciben

en el amor del reposo

las encinas y los tomillos

contigo se marchita mi origen

donde los cerros de Jaén

en las alboradas de diciembre

de dolor crujen y de vahos

de las materias de las sagas de tierra

hay en el cielo lindes de muchas esperas

porque no hay destellos que mueran

en los besos de tu fortaleza

y la lividez del póstumo día

te lleva consigo en encajes de estrella

hacia las ramas cristalinas del sueño

te reciben madre los que de ti fueron.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2014).