lunes, 8 de noviembre de 2010

Nada queda en los ojos, de Marta Antonia Sampedro

Pasarán tras el cristal
los otoños de las inspiraciones
y los vientos que agitan la higuera
dormirán para soñar los veranos
donde todos los amaneceres pertenecen
al poeta intérprete de sendas,
los cristales de las nubes
cayendo temblorosamente grises,
los vuelos de las hojas teñidas de sílabas
cruzando allende los campos de vahos,
nada existe en los ojos
todo duerme aparente,
se enfrían las lilas
rebosantes de tierra
despiertan las gardenias
que tenues alardean,
ningún permiso pide la luz
y se posa sobre las ropas,
pasarán tras el cristal
los tiempos de las letras
y los recuerdos que cruzaron
en crucigrama los sentimientos
morirán sin adioses ni tristezas,
para abrir caminos
donde la vida se refleje
en los versos del viento.

(2010)

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