Una lógica es que estando
en la fiesta del pueblo
observando el campanario,
las gentes conocidas de
siempre
mientras la orquesta desafina
o acierta
el alcalde comunista se sienta
en la piedra,
muchos recuerden cómo eras de
niña
y te pregunten cuántos
hermanos
emigrantes aún quedan,
el castillo Bury al-Hamma de
testigo
llevando mil años pareciéndolo
a pesar de ignorarlo por
costumbre
de pertenecer a sus fortalezas,
una lógica es que mirando
los destellos de los jazmines
que te vienen sin buscarlos a
olerte
las casas caídas bajo la luna
llena
y las nuevas sobre la memoria
callejera,
te veas reflejada en las niñas
que corretean
con sus vestidos amplios
planchados
y sus sandalias de verano
relucientes,
trasieguen las nubes de la
noche
acariciando las hojas de
olivares
y el cielo sea un espejo del pantano
mientras recuerdas a seres que
viven
aun sabiendo que ya son cruz
en el cementerio más lejano y
triste,
una lógica es que escuchando
las letras de los diálogos
festivos
se agolpe todo cuanto fuimos
en todas las partes donde nos
sentimos
medio muertos y medio vivos,
entre todo esto es lógico que
conduciendo el auto
a la luz del campo dormido
cuando aparezca una lechuza
volando ante el cristal
cruzando la campiña sus alas
de lino
las luces de emergencia se
enciendan
para apartar del camino a un
ave
deslumbrada quieta asustada
y más allá una estrella fugaz
te resucite
otros agostos
y concretes el pensamiento más
urgente,
lo lógico es que pidas
el deseo más grande que tienes
guardado
y escondes,
-sólo las estrellas no
preguntan motivos-
y así una piensa ahí va el
desafío
con este no creo que puedas,
Tener la suerte de que mis
ojos no mueran
antes de volver a verte
aparecer
en cualquier lugar de agosto,
y la estrella responda
No es posible de sobras lo
sabes
pide otro antes de que muera,
lo lógico es que al día
siguiente
cuando vuelve la noche
y abundan las pedigüeñas
estelares
con luna o sin luna con aves o
sin ellas
recorriendo pensamientos y
nubes deshechas,
una siga en el mismo tono
aburriendo estrellas que nunca
amaron.
(C) Marta Antonia Sampedro
Frutos (2008).