lunes, 1 de diciembre de 2025

Los astronautas dormidos, de Marta Antonia Sampedro


En la vista no hay lunas

ni estrellas para mensajes

los planetas perdidos tan lejos

y la estación espacial del mundo

ha pasado varias veces sobre una lámpara


mientras se deciden ser ingrávidos o pesados

ellos los astronautas dormidos

bajo sus máscaras de oxígeno sienten

que la nostalgia es maquinaria esencial

no debe colapsar en ninguno de los átomos

y ni una vivencia puede repetirse


sonríen en la hora surrealista con letras

el miedo a recordar se apodera del espacio

porque ellos no se buscan

y confían el corazón efímero

al brillo de las tormentas solares

brota el silencio en la cápsula de los cuerpos

se acarician brazos desnudos y el cabello

los pies se entrelazan gélidos

una lágrima paralizada en roca de hierro

recordando sentimientos pasados por hielo


se resisten a ser moribundos quietos

las miradas juntas a la ventana y el abismo

las memorias dispersas en nebulosas


dispuestos para soñar otros tiempos

los astronautas dormidos

a la espera de que un cometa

no los despierte.

 

© Marta Antonia Sampedro Frutos (2025).

martes, 25 de noviembre de 2025

25 de Noviembre, de Marta Antonia Sampedro

 

25 de Noviembre, DÍA INTERNACIONAL

 de la ELIMINACIÓN de la VIOLENCIA contra la MUJER       

Le hemos regalado a la Marga, las pacientes más sobas, un ramo de flores, por su cabezonería profesional en rescatar a tantas mujeres de la violencia de género. Nos dice, entre estornudos, mil veces gracias, podéis tomar asiento. Nos ha reunido hoy, día 25 de noviembre, para recordarnos que la violencia de género es la culpable de muchos de los trastornos psicológicos de los asistentes, incluidos algunos hombres. Dice ella, la violencia de género viene determinada por la cosificación de la mujer, considerarla una cosa, objeto, sin derecho a tener aspiraciones propias, libertad, independencia. En ocasiones el macho se siente inferior, que su autoridad jerárquica, privilegiada, peligra, y se impone con violencia para rectificar a la mujer, volverla a su sitio, esto es, según entiende, el sometimiento. La violencia a las mujeres es imponerse a golpes o amenazar con éstos, como podemos comprobar día tras día; y también son los gritos, los insultos, la chulería, el hacer sentir a la mujer poco digna del hombre cuando no lo obedece, el chantaje emocional, la utilización de la maternidad, y un sinfín de maltratos para justificar, al fin y al cabo, que vuestro lugar ya está predestinado desde la creación del mundo. Cuántas de vosotras no os habéis sentido animales domésticos, eliminadas del derecho a la educación y las decisiones personales, reservadas para la casa, los hijos, la familia y, con el permiso del hombre, trabajar para ayudar a su salario, que él controla. No es vuestra culpa, todo estaba previsto, simplemente por ser mujeres ya era, y es aún, tema aceptado. No se trata de violencia doméstica, sino que abarca más allá del hogar, y la denominamos, más exactamente, de género. Socialmente, las mujeres hemos tenido que depender de los hombres; de su economía, y también de su voluntad. Acoso y agresiones sexuales, menor salario a igual trabajo, recurso engañoso hacia la prostitución (mercancía de cuerpo de mujer para satisfacer al incontrolado animal macho, y que actualmente se reivindica como trabajo digno y no como explotación sexual), amenazas, manipulación religiosa para que nuestro lugar social sea el previsto por ellos... Quién de vosotras no ha escuchado la frase “poner rectas a las mujeres”, cuando se justifica la violencia a las mujeres y niñas, o que “las mujeres ya os estáis pasando”, al decidir por nosotras mismas. Tras estas frases se haya, simplemente, el transmitir y mantener la inferioridad de la mujer con respecto al hombre. Y no quiero extenderme más, podemos continuar tomándonos un cafelillo, que invito yo.

Jo, qué detalle el de la Marga, decimos entre nosotras, y qué breve.

Y aprovechando que habrá perdido la memoria de cuántas consultas le debemos, pedimos, también, unos pasteles. Para endulzar los desaparecidos recuerdos y animar el futuro.


 © “Zona Rural y Mujer”, de Marta Antonia Sampedro Frutos.

Publicado por la revista semanal “Siempre a Mano” (2006).

domingo, 23 de noviembre de 2025

Alguna vez le habrá pasado, de Marta Antonia Sampedro


¿Alguna vez le ha pasado,

ir viajando en los autocares esos

que tienen dos plantas

y dan vistas amplias? 

Alguna vez le habrá pasado

que está como llevado

por ni se sabe qué le ocurre al ánimo

 que necesita pensar en la belleza del campo, 

y de pronto una perdiz

un ciervo una liebre cruzar

las lindes amarillentas,

o una gran luz estelar

será un ovni un reflejo singular 

y optimista claro está con sorpresa

seguir pensando

esto es sólo el comienzo

veré otras es cuestión de paciencia

no es cierto que la naturaleza

ni los sueños estén muriendo,

este viaje estará lleno

de vivencias similares o mayores

qué belleza y emoción pues seguiré mirando, 

habrá tantas oportunidades

momentos ocasiones suertes, 

alguna vez le habrá pasado, 

y ver pasar los años y venga viajes

recordando la posibilidad esperando, 

aunque no es extraño

a veces pasa a mí por ejemplo

que haya sido la única vez

que le ocurriera ese milagro...

 

Bueno.

Pues así la amaba yo,

reconoció con nostalgia.


(C) Marta Antonia Sampedro Frutos (2008).

De la obra "Reverso Calamitas".