Prólogo de la obra poética "Reverso Calamitas", de Marta Antonia Sampedro
La obra
poética “Reverso Calamitas” representa un conjunto de poemas en los cuales he
depositado una energía emocional importante. Denominada así desde el principio
de crearla, ha sido mi deseo expresar la otra cara, o algunos de los reversos,
de la calamidad o infortunio, esa parte de las debilidades o adversidades que
concurren, a veces duramente, en cualquier ser humano sea cual fuere su
condición. Ciertamente no es habitual en mis obras plasmar la primera persona.
Sin embargo, durante este largo período (el más prolongado de todas mi obras
poéticas hasta la actualidad), la vida, inesperadamente, ha paseado conmigo
multitud de circunstancias afectivas y emocionales que anteriormente no había
vivido hasta algunos extremos, entre las cuales destaco, por dolorosa y triste,
la muerte de mi querido hermano José Joaquín. Su pérdida ha conducido el ánimo
de algunos poemas de esta obra. Por el dolor, errante inesperado, que su
muerte, recuerdo y ausencia definitivos, ha ocasionado en mi corazón. Son
poemas en cuyos versos ha estado mi amado hermano presente, en cada recuerdo y
en todos los llantos que su partida ha dejado en mi espíritu.
La vida de un o de una poeta no es nada fácil,
sino muy al contrario, es bastante compleja. Personalmente opino que, muy a
pesar de ello, se anhela la sencillez más humana y material. Porque no se
observa ésta sino al detalle. Cada paso propio y cada paso ajeno, a veces
imperceptible para la mayoría, es cuestionado por el pensamiento del poeta. En
esta obra, extensa, y que dedico por entero a mi anciana y amada madre, las
circunstancias han ordenado los poemas correlativamente, como un diario
inevitable que se haya ido formando con los días y algunas de las observaciones
sociales de mi estancia en Perú, donde escribí parte de esta obra. Cuna y
pensamiento filosófico y poético del gran César Vallejo y pueblo tan amado por
mí, donde tantos y tan buenos lazos afectivos de amistad mantengo, llevo
conmigo el recuerdo de verso vivo hacia aquellas personas que, a pesar de sus
difíciles circunstancias personales o sociológicas, trabajan el mundo aunque el
mundo los tenga olvidados y sin asignarles la medalla al mérito de la
supervivencia.
Un poeta no olvida nunca
el amor. Es un sentimiento cuyo misterio acude al ser humano de modo imprevisto
e involuntario, aunque en principio pueda resultar trémulo y a pesar de ello
imprescindible. Los versos de amor y los poetas en ocasiones estamos más
vinculados entre nuestro corazón y los sentimientos del mundo y la observación
subjetiva, que a nuestro propio estilo literario. El amor como nutriente
imprescindible para la vida. Y ahí, indudablemente, en ese valor humano, está la Poesía llevada por el y la
poeta.
Y, por último, indicar que esta obra contiene
poemas de nostalgia individual y de problemas del mundo y el oficio
extraordinario de escribir. Y el adiós al maestro Mario Benedetti, que nos dejó
su gran obra, la de vivir y saber decirlo sabiamente.
Obra compleja, en
definitiva, y a la cual me siento muy unida en pensamiento, emociones y en
intensidad vivida, palabra a palabra escrita.
Marta Antonia Sampedro
En Linares, Agosto de 2009
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