Mírame.
Hoy tenemos doble luna.
Una está en el cielo,
al acecho de atrapar nubes,
visillos blancos
de los azules.
La otra en el agua,
persiguiendo aros de plata
que desprendieran un día
tus sentidos y los míos
en bailes de eucaliptos.
Mírame.
Con la mirada
sincera de quien desconociera
el paisaje de las mentiras.
Dos sombras vuelan,
una dice que me acerque,
prendida a mis brazos duerme;
la otra huye
sobre hojas de olivo,
a refugiarse en su miedo
que cree valiente.
Mírame
al capricho del viento.
Soy dos sirenas.
Una esparce por la laguna
las gotas de sudor
del hombre
que entre ella duerme.
La otra llora al que huye
mientras las aceitunas crecen,
alejándose del amor
que la fulmine
un segundo malo,
cualquiera.
Y en tu sola orilla
una luna grita
¡quitad la noche,
abrid paso
a las urgencias!
Otra luna
recoge penumbras
de un laberinto
sobre mareas
que me dirige
al lugar de Singapur,
donde nadie que haya sido
reconocido vuelve.
Mírame.
Sinceramente un segundo
antes de partir.
Con cualquiera
de tus dos hombres.
Del libro de la autora, "Días en Singapur".
Hoy tenemos doble luna.
Una está en el cielo,
al acecho de atrapar nubes,
visillos blancos
de los azules.
La otra en el agua,
persiguiendo aros de plata
que desprendieran un día
tus sentidos y los míos
en bailes de eucaliptos.
Mírame.
Con la mirada
sincera de quien desconociera
el paisaje de las mentiras.
Dos sombras vuelan,
una dice que me acerque,
prendida a mis brazos duerme;
la otra huye
sobre hojas de olivo,
a refugiarse en su miedo
que cree valiente.
Mírame
al capricho del viento.
Soy dos sirenas.
Una esparce por la laguna
las gotas de sudor
del hombre
que entre ella duerme.
La otra llora al que huye
mientras las aceitunas crecen,
alejándose del amor
que la fulmine
un segundo malo,
cualquiera.
Y en tu sola orilla
una luna grita
¡quitad la noche,
abrid paso
a las urgencias!
Otra luna
recoge penumbras
de un laberinto
sobre mareas
que me dirige
al lugar de Singapur,
donde nadie que haya sido
reconocido vuelve.
Mírame.
Sinceramente un segundo
antes de partir.
Con cualquiera
de tus dos hombres.
Del libro de la autora, "Días en Singapur".
No hay comentarios:
Publicar un comentario