lunes, 16 de julio de 2012

Poemas escondidos, de Marta Antonia Sampedro



Por qué lloras en las piedras

vencido de añoranzas

por qué lloras en los árboles
calmado entre las aguas
por qué lloras en los cielos
sin alas que te aguardan
por qué lloras en mis ojos
vacíos de mis lágrimas,

si de dolor y de besos
de hierba y de arena
de risa y de letras
los días fueron desperdigados
por lo único que tenemos,


ve más allá del ataúd de los cerros
y estaré apartando la tierra
que te agobia y desespera
ve a los rayos de tu pelo
en la soledad de tu espejo
y estaré en tus párpados
ve adonde quieras
incluso al infierno de este vacío
que nos dejó sin alma o abrazo
y ahí estaré de nuevo
en tus poemas escondidos,

deja de llorar en las aceras
y en los turbios cristales
del mundo que ves a ciegas
deja de llorar porque me amaste
y aún me esperas en tu puerta
por haber soñado que nos vemos
y en las noches de nuestros mundos
deja de llorar porque los instantes
fueron propiedad del sueño
y cierra tranquilo tus ojos
y deja de llorar amor
deja de llorar te lo suplico
que cuanto fuimos insiste
y no podemos reír
como quisiéramos
pero es suficiente amarnos
sin escucharnos la voz
aunque la luna sea tormenta,

porque amarnos era esto
tan etéreo y fugaz
como la estrella del Rumblar
que una vez pasa y se desarma,

amarnos era buscarnos
a cualquier hora y cualquier día
amarnos no significa vernos
sino estar a un paso de encontrarnos
y no llores nunca entre las piedras
porque no es cobardía
tal vez no haber amado
y el profundo miedo
a los poemas de amar.



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