Y preguntó el maestro
de qué queréis morir,
unos dijeron yo quiero morir
como murió mi abuelo,
diciendo que estaba malo
en vez de enfermo,
otras eligieron yo quiero morir
como murió mi hermana,
murió de amor muy dulce
y ni prometido tenía
que se sepa.
Uno a uno morir querían
como alguien cercano muriese.
Y al llegar al más pobre
éste dijo
yo quiero morir de hambre.
No digas eso,
vaya niño,
discúlpate ante la clase,
no sabes ni qué dices.
Y el niño contestaba
Bueno, todos quieren eso,
que me muera de hambre
como mi padre,
que murió hambriento,
pues yo lo mismo.
De la obra de la autora, "Recuerdos y otros inventos".
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