Bécquer supo del amor
y de las golondrinas
que a los balcones sus nidos a colgar
llegaban en primavera,
y nadie se para a pensar
cuánto esfuerzo cuesta hacer un nido
donde no lleguen los gatos o las malas lunas
ni el cansancio que parte los sueños,
con la vida observo
que ser poeta tiene
muchas desventajas compatibles
con los poemas,
entiendo de otoños y de gorriones
que a los patios silenciosos regresan,
no buscan amor,
no tienen prisas,
no hacen nidos
ni en las higueras
ni en los huecos de los tejados
y de las golondrinas
que a los balcones sus nidos a colgar
llegaban en primavera,
y nadie se para a pensar
cuánto esfuerzo cuesta hacer un nido
donde no lleguen los gatos o las malas lunas
ni el cansancio que parte los sueños,
con la vida observo
que ser poeta tiene
muchas desventajas compatibles
con los poemas,
entiendo de otoños y de gorriones
que a los patios silenciosos regresan,
no buscan amor,
no tienen prisas,
no hacen nidos
ni en las higueras
ni en los huecos de los tejados
corrigen ni una tilde,
pero lloran
y ríen y piensan
y dicen no y dicen síes,
nunca mueren los gorriones
aunque por dentro se sientan muertos,
como nunca mueren los poetas
aunque por dentro se sientan medio vivos,
la fortaleza de los gorriones
es compatible con los poetas
porque juntos mueren o viven
en los silencios de los patios
cuando las golondrinas rompen
sus alas una y otra vez sin amor
tan a lo lejos de los suelos.
pero lloran
y ríen y piensan
y dicen no y dicen síes,
nunca mueren los gorriones
aunque por dentro se sientan muertos,
como nunca mueren los poetas
aunque por dentro se sientan medio vivos,
la fortaleza de los gorriones
es compatible con los poetas
porque juntos mueren o viven
en los silencios de los patios
cuando las golondrinas rompen
sus alas una y otra vez sin amor
tan a lo lejos de los suelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario