Hay una dignidad que el sistema
en vida no tiene en cuenta
y censura con dedos índices
mordidas las uñas de culpas ajenas
pero con urgencia nos muestra
en la muerte
cómo se vive entre miseria
que se ha de callar
y cómo traspasa la palabra
la muerte de los pobres
un botón basta
para saberlos desnudos
cuando ya no cuentan ni su penar.
Nunca vi la muerte rica tirada por las calles
o recogidos sus cuerpos con maquinarias
amontonando como escombros
a los poderosos de la tierra
y no es que quiera verla.
Pobres siempre pobres.
No creo en dioses justicieros
porque como bien dice
mi amiga María Romero
Dios tiene despistes y de los gordos
y de momento poca justicia
consuela al necesitado
o mejor dicho al pobre mundo.
La memoria me indicó que creo
en lo que veo
y en lo que no
espero verlo viva
esa es mi fe primera,
y veo que los pobres de la tierra
no tienen derecho a la vida
pero tienen una muerte escaparate
eso es el valor ético del sistema
pobres ensangrentados
en los noticieros...,
pobres siempre pobres
con muerte lenta.
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