Hace un año menos veinte días
yo hasta entonces inventaba mi vida
para vencer a la realidad
de labores explotadoras y capitalistas
y era feliz en esa vida
viajaba con las nubes a cualquier fotografía
y el mundo era un invento de piedras
-pero preciosas-
de casas
-llenas de alegría-
todo era inventado
-también mis poemas-
digamos que tanta perfección era atea divina
que los versos se contaban solos
mientras yo dormía
y siempre cuadraban altruistamente
porque en esta vida inventada
las matemáticas no existían
mi casa era mi familia
el cielo sin dioses una maravilla
y así con inventos se sobrevive
-a la mala vida-
y hace un año con veinte días
las nubes se dispersaron con una herida
tan antigua como los demonios encerrados
mis demonios llevaban medio siglo
queriendo salir de sus celdas
pero sedientos yo los mantenía
con versos y poesía
pero un día con más diecinueve
el aire mantuvo una frase oscura
sólo una frase fúnebre
y rompieron sus puertas inundando
mi corazón de inventora
y muchas paredes vacías
que yo había llenado de fantasía
los demonios cantaron victorias
y algunas letras torcidas
y me mostraron todos mis males callados
derribando antiguas sílabas
dejándome huérfana de inventos
este año menos veinte días ha sido largo
y las inundaciones con peritajes
han demostrado que todo cuanto alcanzamos
realmente es inventado
en el momento en que queremos olvidar
para seguir poemando y vivir entre inventos.